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David Robinson pasó a la historia de la NBA como un pívot dominador y pulverizador de algún que otro record (su cuádruple-doble es una prueba inequívoca de ello), y el 24 de abril de 1994 protagonizó la octava mejor anotación en la historia de la NBA con 71 puntos, tras Chamberlain (100, 78, 73, 73 y 72), Kobe Bryant (81), David Thompson (73) y Elgin Baylor (71), lo que le colocó como uno de los cinco jugadores de la liga en anotar al menos 70 puntos en un partido.

El escenario fue L.A. Sports Arena de los Clippers con 16.005 almas presentes, en el que Robinson anotó los primeros 18 puntos de su equipo y la primera anotación de un compañero llegó a manos de Negele Night cuando restaban 23 segundos para el final del primer cuarto. Tan abstraído estaba con sus encestes que cuando quiso darse cuenta: “Mire al marcador y vi 71 puntos… ¡Dios mío, 71 puntos!”, relataba el propio Almirante, que llegaba a la última jornada de la temporada regular por detrás de Shaquille O´Neal en la lucha por coronarse como máximo anotador de la NBA. Shaq promediaba 29,3 puntos y Robinson 29.

Al final del tercer cuarto Robinson había anotado 43 puntos, pero esa cifra era insuficiente para superar a O´Neal, así que el entrenador tejano John Lucas sentenció: Vas a jugar el último cuarto entero a pesar de que no nos jugamos nada. Quiero que termines la temporada como máximo anotador. Os lo digo a todos, que los tiros sean solo de David. No es una sugerencia. Es una orden”.


Aquellos Spurs, que rebosaban calidad a raudales: Terry Cummings, Dennis Rodman, Vinny Del Negro, Antoine Carr, Sleepy Floyd… Dejaron su ego aparcado para una y otra vez buscar a su líder en pro de la consecución del título de máximo anotador.

Así que dicho y hecho, en el último periodo solo existió Robinson en el aspecto ofensivo para los Spurs, que anotó ¡28 puntos! Dejando una tarjeta de visita memorable: 71 puntos (26/41 TC), 14 rebotes, 5 asistencias y 2 tapones en 44 minutos de juego, en un partido en el que ninguno de sus compañeros alcanzó los dobles dígitos en anotación. El que más, Dennis Rodman con 8 puntos y 17 rebotes, en la victoria de San Antonio sobre los Clippers por 112-97.

Esta inolvidable actuación le sirvió para matar dos pájaros de un tiro. Por un lado superó a Shaquille O´Neal como máximo anotador con 29,8 puntos de media, puesto que el pívot de los Magic anotó ‘solo’ 32 puntos y capturó 22 rebotes ante los Nets. Y por otro, para batir el record anotador de la franquicia que estaba en manos del mítico George Gervin desde 1978 con 63 puntos.

El Almirante finalizó la temporada 93/94 con estos impresionantes números de media: 29.8 puntos, 10.7 rebotes, 4.8 asistencias y 3.3 tapones.

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