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Hace ya casi un año que Kyle Singler desembarcó en nuestra liga de la mano de Lucentum Alicante. El fichaje de Kyle fue una autentica obra maestra planificada desde el más absoluto de los silencios (trabajo a la ‘rusa’) por los staff técnico alicantino, dando un claro ejemplo de cómo debe trabajar la secretaría técnica de un club profesional.

Y es que su fichaje podría denominarse, al más puro estilo NBA, de ‘robo del Draft’. Lucentum no solo le coartó a los grandes de la ACB la llegada de este alero de técnica exquisita y depurada, sino también a las superpotencias de Europa que aspiraban a la Euroliga. Pero ¿realmente algún grande se había planteado su fichaje o se habían fijado ni tan siquiera en él?, o aún mejor, ¿se preocuparon en preguntar si Kyle estaba dispuesto a cruzar el charco?.

La repercusión en nuestra liga del fichaje fue brutal desde el primer momento, ya no solo por la llegada de este número 33 de segunda ronda del Draft, sino también por el destino elegido por el jugador. Así lo manifestaba el propio Joe Arluackas: “¿Cómo puede ser que Lucentum haya fichado a Singler?, con todos mis respetos hacia ellos. No entiendo como no lo ha fichado un grande”.


El rendimiento de Singler era prácticamente una garantía de éxito, ya que traía la impronta marcada a fuego durante cuatro años de una de las mejores fabricas universitarias de EEUU, Duke (Blue Devils), y solo había darle el margen de adaptación necesario para que su rendimiento fuera óptimo. Lo que nadie podía llegar a imaginar es que esa aclimatación fuera tan rápida y sencilla, tal como quedó demostrado al ser nombrado el MVP de la primera jornada de la Liga Endesa.

De nuevo Arlauckas nos daba la receta del éxito para esa adaptación vertiginosa: “He podido verlo en numerosos partidos con Duke. Es un jugador trabajador, con gran técnica individual y con la cabeza muy bien amueblada, esa es el principal factor para que su adaptación haya sido sencilla. El estar a las órdenes de Krzyzewski también le ayudó  muchísimo en su crecimiento como jugador y persona”.


Con esa exhibición en la primera jornada (23 puntos -5/6 T2 y 10/11 T1-, 4 rebotes, 3 asistencias, 1 recuperación y 7 faltas provocadas, para 32 de valoración), hacía su aparición en nuestra liga este producto de la factoría Duke. Esa presentación en sociedad era solo una pequeña muestra de lo que Kyle podía ofrecer sobre el parquet, y semana tras semana demostró que aquella actuación no era flor de un día. Exhibió tal regularidad (virtud dificil de encontrar) que le convirtió en el mejor alero del campeonato, pero por encima de todo, ponía su calidad al servicio del equipo.

En tan solo diez jornadas Singler había despertado el interés de toda Europa con sus 14,4 puntos y 3,4 rebotes de media, y los grandes tenían apuntado el nombre de este espigado alero en sus agendas. Era previsible que no le faltaran ‘novias’ para convencerle de que retrasará su sueño de la NBA al menos hasta junio. Y esa ‘novia’ llegó, fue el Real Madrid que había copiado el trabajo a la ‘rusa’ de Lucentum, y en una jugada vertiginosa se hacia con una pieza tan codiciada en el basket moderno como es la del tres alto, en sustitución de Rudy Fernández. Podría decirse que el Real Madrid había realizado el fichaje ‘perfecto’ en un momento de la temporada en el que el mercado no ofrecía muchas opciones (finales de Noviembre).

Y es que el Madrid había adquirido los servicios de un jugador muy versátil, en una posición donde precisamente las características de Kyle están en vía de extinción. El club blanco había fichado a un jugador que reunía muchos aspectos del juego casi imposibles de encontrar en un solo jugador y máxime en la posición de alero. Singler es un jugador con una gran inteligencia y unos fundamentos para jugar a esto excepcionales, a lo que une una muñeca de seda para el lanzamiento exterior, capacidad de postear a rivales inferiores físicamente, buen manejo de balón lo que le permite desenvolverse bien en  1x1, rebotear con suma facilidad, capacidad de sacrificio por el bien común, grandes fundamentos defensivos y sobretodo tiene una lectura del juego fuera de común y difícil de encontrar hoy en día incluso en los bases. Esas cualidades eran resaltadas por Alberto Herreros a un colaborador de esta casa, Pablo Martínez: "Pablo, me veo todos sus entrenamientos, y la cantidad de cosas que este chaval hace por sus compañeros, se las he visto a pocos".

Con esa tarjeta de presentación, no muchos aleros del continente pueden presumir de tales características, se ‘presuponía’ que sería una pieza básica y casi imprescindible en los esquemas de Laso y algunos se atrevían a decir que en poco tiempo sería el alero titular del equipo.

Tales afirmaciones cayeron en saco roto al comprobar el rol secundario que Laso le daría al jugador. El entrenador sorprendería a todos utilizando a Singler como escolta, y los motivos del cambio de posición se achacaron a dos circunstancias fundamentales. La primera era que no se quería romper la confianza de Suárez que pendía de un hilo, tras su verano convulso con la selección, y que para el alero de Aranjuez hubiese sido un duro revés perder la titularidad de la noche a la mañana. El segundo, que se destacó como una gran novedad táctica, era  que al jugar de dos se tenía ventaja física sobre los rivales. Buen planteamiento táctico, no lo discuto, pero creo que se debía haber utilizado más esporádicamente y  no como costumbre.

Lo cierto es, bajo mi modesta opinión, que Kyle nunca se ha sentido cómodo en esa posición y que muchas de sus virtudes o capacidades se desvirtúan al jugar de escolta. Pero a pesar de no sentirse cómodo, insisto es mi apreciación personal, es tanta la calidad que atesora que ha sido capaz de cubrir el expediente... En este sentido no me gustaría dejar pasar por alto que Laso siempre defendió que los jugadores para rendir al máximo de sus posibilidades deben jugar en su posición natural, tal como demostró por activa y por pasiva con Velickovic y Llull.

Al cambio de posición se le ha sumado, incomprensiblemente, el rol muy secundario que se le ha dado dentro del equipo, cuando precisamente debería haber sido todo lo contrario, aunque en un Madrid lleno de tanto talento quizás era difícil darle un papel protagonista. Pero he ahí el quid de la cuestión, ese papel protagonista (del que nunca ha gozado), podría haber sido compartido con otros compañeros, para haber tenido en la manga ese ‘AS’ que permitiera convencer al jugador de retrasar su emigración a la NBA una temporada más (todo apunta a un ‘return’ a EEUU en verano), porque difícilmente se podría encontrar otro jugador con tales características en el mercado y su rendimiento en la segunda temporada seguro que habría sido mayor.

Un par de apuntes más, ¿cuál sería el rendimiento de cualquier otro alero si fuese ‘castigado’ durante toda la temporada jugando fuera de su posición habitual?. Y con respecto a que no se le echará de menos (servidor a buen seguro que sí), quizás algún día se eche la vista atrás pensando que en una ocasión se disfrutó de Kyle Singler, será una señal inequívoca del refrán: "otros vendrán que bueno te harán".  La única excepción en este caso es Rudy Fernández, porque como titulaba... “Kyle Singler es una especie en extinción”.


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